jueves, 7 de septiembre de 2023

CTO


Pocos días después de asumir en mi nuevo puesto como Gerente de Recursos Humanos, me tocó viajar a nuestra oficina comercial en Ciudad de Buenos Aires. Nueva empresa, nuevas oficinas, nuevos compañeros de trabajo. 
Más allá de la experiencia acumulada, todo nuevo ambiente genera expectativas y cierto nerviosismo. Para agregarle un extra de sabor, el Veterano CTO de la compañía visitaba las oficinas ese mismo día, por lo que también debía ponerme al tanto del Proyecto de Implementación de SAP mundial y sus ramificaciones locales en el poco tiempo de vuelo que tenía por delante. El máximo jefe de Tecnología del Grupo en medio de su recorrida por ciento treinta filiales en veintiséis países y justo le tocaba uno de los más pequeños y remotos sitios del mundo. Ahora a mi me tocaba participar de esa actividad en mi primer viaje a la oficina. Excelente puntería.
El vuelo fue tranquilo de principio a fin. Casi diría que más corto de lo esperado aunque tal vez fuera por los documentos que debía leer. Avances del proyecto, estado actual de las pruebas de los principales módulos. Principales “key users” globales y contactos locales. Si bien no era mi área ni mi responsabilidad la implementación, no podía quedar como idiota.
El viaje en taxi desde el aeropuerto fue la peor parte del viaje. Eterno y desgastante. Mas largo que el vuelo y plagado de saltos, maniobras terroríficas y música de lo más desconcertante.
Es paraba una entrada tranquila y de perfil bajo, pero el destino quiso que nos encontráramos en el hall de ingreso con el CTO. Un alemán de rostro serio y ceremonial. Adiós a cualquier idea de arrancar tranquilo.
Subimos al décimo quinto piso en medio de una charla casual. Clima, tiempos de vuelo y números de visitas a Buenos Aires fueron mas que suficientes para llegar hasta el piso de la oficina. Nos recibió el Director Comercial. Joven, preparado y carismático, nos invitó a su oficina. Un espacio enorme, con una vista privilegiada al Rio de la Plata. Comenzamos con el café de rigor y la charla superficial como auténticos expertos en el terreno de la diplomacia.
Un instante antes del cambiar de tema, para pasar al verdadero y único interés del invitado internacional, irrumpió en la oficina el Gerente Regional de Ventas, visiblemente agitado, contrariado y sumido en sus propias preocupaciones.
Entró en la oficina como si fuera la propia y nada interrumpiera. Encaró al CTO con decisión y lo saludó con apuro. “¿Vos sos el de IT?” Le preguntó con descaro y en un inglés improvisado. “Si”, tartamudeó el Ejecutivo. “Entonces… ¿Me podes ver la Notebook? ¡Hace unos días que anda lento y se me cuelga el Windows a cada rato!”